ENTRE LOS ALCORNOCALES Y EL ESTRECHO

Villa más rural que marinera, debe a su magnífica situación estratégica junto al Estrecho los tempranos asentamientos de culturas neolíticas (pinturas rupestres del Puerto de Bacinete y el Pajarraco), fenicios y romanos.

El núcleo actual fue fundado por los antiguos habitantes de Gibraltar que fueron expulsados de la colonia en el s. XVIII. En la plaza de la iglesia se sitúan tres de sus edificios más emblemáticos: la Iglesia Parroquial de San Isidro Labrador, el Ayuntamiento y la Casa de los Urrutia, una bella casa señorial de estilo barroco. Otros edificios civiles que merece la pena contemplar son el Antiguo Pósito del Trigo (actual museo de Historia Natural), la barroca Casa de las Doncellas, el Antiguo Hospital de la Caridad, la Casa Parodys, el Antiguo Casino, el Antiguo Matadero, el Pozo de Coca y la Plaza de Toros La Montera.

En su oferta de ocio tienen cabida desde su Jardín Botánico y el Parque Botánico Betty Molesworth hasta las rutas por los alrededores del municipio que permitirán visitar la Ermita y Caserío de Ojen, la atalaya del Monte de la Torre, el Molino de los Cachones y el Puente Romano. 

 
Para el turismo deportivo, cabe destacar que el municipio barreño cuenta con un centro BTT, formado por un conjunto de rutas diseñadas para la práctica del ciclismo de montaña.

En el entorno de Los Barrios se suceden numerosos parajes naturales de extraordinaria singularidad y belleza. El paraje natural marismas del Río Palmones posee un destacado valor como zona de descanso para miles de aves. La Montera del Torero es una mole pétrea con la caprichosa forma de una montera y que se ha constituido como un monumento natural. A unos dieciocho kilómetros del casco urbano en dirección a Jerez se encuentra el embalse Charco Redondo, un lago artificial bordeado por montes y que cuenta con una zona recreativa. El Arroyo del Tiradero, conserva uno de los bosques más puros y mejor conservados del parque natural de los Alcornocales.